Estamos ya en pleno Febrero el Loco, tan corto como cambiante. Los días pasan rápidos, las noches, no tanto. Procedente del frío y oscuro Enero, desarrolla en su seno los locos y alegres Carnavales llenos de música y color, preparando el terreno a la voluptuosa Primavera. Y ahí, en todo el centro de Febrero, el día 14, habita el recordatorio de que el Amor Verdadero existe, que nos cuenta cómo un corazón rojo tiene un alma gemela que algún día encontrará.
Las temperaturas cambiantes de este pequeño mes, de días fríos entremezclados con algunos templados, hacen que los corazones inquietos busquen cariño. El lazo rojo se hace más evidente, más vibrante. Las almas se buscan, chocan, se alejan… agudizan su instinto, siguen al hilo rojo buscando su alma gemela.
Y ¡he aquí! que a veces, esas almas gemelas se encuentran.
Cuenta una leyenda de origen oriental, que las personas destinadas a encontrarse y a compartir una parte importante de su vida, tienen sus corazones unidos con un hilo rojo anudado a su dedo meñique. Está atado a este dedo, porque en él se encuentra la arteria ulnar, que viene directa del corazón.
Este hilo rojo es irrompible, se puede estirar, enredar, contraer, pero nunca se rompe. Las almas gemelas que une, pueden compartir un gran amor, pero también una profunda amistad. Cuando están juntas, se encuentran tranquilas, seguras, protegidas. Es un sentimiento tan natural como llegar a casa, ser feliz sin más.
Con el hilo rojo he realizado unos cuantos dibujos, aquí os dejo algunos… Espero que os guste.
Impresiones sobre la lectura de "El Resplandor" de Stephen King. Con marcapáginas personalizados.
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